México prevé alcanzar más de 20 GW solares instalados al 2030

1 de septiembre 2025

México prevé alcanzar más de 20 GW solares instalados al 2030

Impulsado por nuevos proyectos estatales, avances regulatorios y crecimiento sostenido del autoconsumo, el país se consolida como uno de los mercados fotovoltaicos más dinámicos de América Latina de cara al cierre de la década.

México se encamina a una transformación estructural de su matriz energética mediante la expansión de su capacidad solar fotovoltaica. Actualmente, el país cuenta con 12,6 GW operativos, compuestos por 8,2 GW a gran escala y 4,4 GW de generación distribuida. A este volumen se sumarían 4,67 GW provenientes de nueve nuevos proyectos liderados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como 3,6 GW adicionales por el crecimiento previsto en generación distribuida hasta 2030.

El gobierno mexicano presentó a principio de año el Plan de Expansión de Generación Eléctrica 2025-2030 para todas las tecnologías, en el que se incluye nueve proyectos fotovoltaicos con una capacidad total de 4670 MW, que se espera que entren en operación entre 2027 y 2028 con la participación de la CFE, además de siete parques eólicos con capacidad de 2470 MW.

Con estos aportes, la capacidad solar total del país podría superar los 20,8 GW al cierre de la década, según un informe elaborado por SolarPower Europe y Asolmex.. Esta evolución responde a una estrategia combinada de crecimiento en generación centralizada, fortalecimiento del rol estatal y expansión de tecnologías descentralizadas.

La generación distribuida, particularmente la energía solar en techos, se consolida como uno de los principales motores del sector. En 2024, México superó por primera vez los 1 GW en adiciones anuales, alcanzando un acumulado de 4,4 GW. Si se mantiene el crecimiento promedio proyectado del 10 % anual entre 2025 y 2030, este segmento alcanzaría los 8 GW a finales de la década. “La generación distribuida podría representar casi el 40 % de toda la capacidad solar en 2030”, señala el informe.

El avance, sin embargo, no está exento de obstáculos. En marzo de 2025 se aprobaron nuevas leyes que modifican sustancialmente el esquema operativo del sector eléctrico. La reforma establece un modelo híbrido que exige a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) mantener al menos el 54 % de la energía inyectada a la red anualmente, al tiempo que redefine las reglas para los actores privados. Si bien se conserva la figura del “Suministro Calificado” para empresas, el “Suministro Básico” queda en manos exclusivas de la estatal. Las nuevas reglas también ajustan los permisos para generación distribuida, autoabastecimiento e inyección al Mercado Eléctrico Mayorista.

En paralelo, la capacidad para evacuar nueva generación enfrenta limitaciones. La Red Nacional de Transmisión (RNT), con 111.178 km de extensión, y la Red General de Distribución, con 897.438 km, no han crecido al ritmo de la demanda. Para revertir esta situación, la CFE anunció en noviembre de 2024 un plan de inversiones por 7.000 millones de dólares para modernizar y expandir la infraestructura. En julio de 2025, se reportaron 64 proyectos en curso, de los cuales 45 están en construcción y 19 en licitación, con impacto previsto en 25 estados del país.

Además, recientemente la CFE presentó el Plan de Expansión 2025-2030, con una inversión de 163,540 millones de pesos, que contempla la construcción de 275 nuevas líneas de transmisión y 524 subestaciones en todo el país.

Pese al dinamismo del sector renovable, los indicadores de generación eléctrica del país revelan una matriz aún dominada por fuentes fósiles. En 2024, la generación total fue de 352,1 TWh, con un 77,2 % proveniente de tecnologías convencionales y solo el 22,8 % de fuentes bajas en carbono, por debajo del promedio global del 41 %. La participación de la energía solar fue del 5,3 %, equivalente a 18,6 TWh, mientras que la meta nacional apunta a que el 50 % de la electricidad sea limpia para 2050. “Todavía hay una gran brecha que cerrar en los próximos 25 años”, reconoce el informe.

Como antecedente clave, entre 2015 y 2017 el país celebró tres subastas de largo plazo que permitieron incorporar casi 7 GW de nueva capacidad renovable, principalmente solar y eólica. Estas licitaciones, impulsadas por la CFE como Suministrador de Servicios Básicos, lograron reducir drásticamente los precios de contratación. En el caso de la energía solar, las ofertas ganadoras pasaron de 45,15 USD/MWh en la primera subasta a 21,83 USD/MWh en la tercera, una caída del 52 %. “Las subastas consolidaron el modelo de competitividad para las renovables”, destaca SolarPower Europe.

La combinación de nuevos proyectos, políticas públicas, innovación tecnológica y participación del sector privado posiciona a México como un mercado estratégico para la energía solar en América Latina. A pesar de las tensiones regulatorias y los desafíos estructurales, el país continúa atrayendo capital nacional e internacional y avanza hacia una capacidad fotovoltaica que, de cumplirse las proyecciones, lo colocará entre los líderes globales al cierre de la década.

 

 

 

FUENTE: ENERGIA ESTRATEGICA