El Senado de México aprobó ayer las leyes de la reforma energética propuesta por el Gobierno, que pretende fortalecer el papel de las empresas estatales Pemex y Comisión Federal de Electricidad (CFE). Las nuevas leyes, que recibieron 85 votos a favor, 39 en contra y una abstención, serán enviadas a la Cámara de Diputados para su aprobación o rechazo final.

La reforma otorga a Pemex mayor libertad y condiciones preferenciales para colaborar con empresas privadas en diversos esquemas de inversión, además de mantener el control de los proyectos. Además de los contratos de servicios, Pemex podrá migrar a esquemas mixtos y de exploración y extracción, conservando el derecho sobre el área sin aportar capital.

En el sector eléctrico, la reforma establece un despacho prioritario a la red por parte de la CFE y requiere que produzca al menos el 54% de la electricidad generada en México. El resto se generaría con la participación de empresas privadas en alianzas con la CFE, donde la empresa estatal tenga mayoría.

La reforma también estipula que el sistema eléctrico debe operar en condiciones de confiabilidad y continuidad, con promoción de la transición hacia fuentes de energía renovables.

Los partidarios de la reforma energética en México argumentan:

• Fortalecimiento de las empresas estatales: Los partidarios de la reforma argumentan que fortalece el papel de Pemex y CFE, lo que puede mejorar la soberanía energética del país y garantizar un suministro más estable y controlado por el Estado.
• Inversión privada: Aunque la reforma prioriza a las empresas estatales, también abre nuevas oportunidades para la inversión privada, lo que podría atraer capital y tecnología necesarios para modernizar el sector energético.
• Objetivos de autosuficiencia: La reforma busca alcanzar metas de autosuficiencia energética, lo que podría reducir la dependencia de importaciones y mejorar la seguridad energética del país.
• Promoción de fuentes renovables: Fija objetivos de hacia la transición con energías limpias.

Por su parte, los críticos sostienen:

• Suba de precios e incertidumbre jurídica: Los críticos argumentan que la reforma reducirá la competencia y podría aumentar los precios de la energía, además de generar incertidumbre jurídica para proyectos existentes y futuros.
• Impacto en las renovables: La reforma desfavorece a las energías renovables, al priorizar la generación de electricidad por parte de CFE y limitar la participación de empresas privadas en este sector. Esto podría afectar los planes de reducción de emisiones y la transición hacia fuentes más limpias.
• Inversión extranjera: La reforma ha generado inquietud entre inversores extranjeros, quienes ven una disminución en las oportunidades para participar en el mercado energético mexicano. Esto podría llevar a una reducción en la inversión en proyectos de energía renovable.
• Litigios: Varias empresas y organizaciones están considerando acciones legales contra el gobierno debido a las restricciones impuestas a las energías renovables y al impacto en sus planes de reducción de emisiones.